La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No me importa quien eres tú
Maldito el día que te tope
Odio tu risa tan cruel
Que entierra vidas por doquier
Estas catalogada como sabras
Cuelgan tus mentiras de tu boca
Que dejas caer sobre quien te toka
Pequeña prostituta de la esquina
Sabes mejoro si te veo con otro
Y tus palabras son mierda
Les dices las mismas cosas que a mi
Pequeña perra de cabaret
Me cantabas por el telefono
Yo no escuchaba estaba con otra
Me hiciste caer en tu juego
Pequeña estupida mentirosa
Ahora salgo a caminar
Me rio cuando te veo pasar
Pareces prostituta de bar
Ojala te lo pasen muy mal