La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Todo estaba tan triste, color de silencio
que la vida golpeaba mi fe y mi ser.
Daba igual morirse que vivir sin un por qué
daba igual ser alguien que no ser.
Y llegaste paloma como madrugada
con tus alas abiertas sembrando sonrisas.
Me enseñaste a quererte con tu ciencia de soñar
me enseñaste a ser alguien para amar.
Gracias por ser amiga de mis sueños
la compañera de mi vida, la dueña de mi amor
eterna novia, señora corazon.
Gracias por despertar mis alegrías
por enseñarme a amar la vida
señora corazón.
Y llegaste paloma como madrugada...