La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Buenos Aires, aquí estoy,
en pleno Nueva York
cargado de añoranzas...
¡Buenos Aires de mi amor!
¡Qué ganas de volver!
¡Ciudad de mis andanzas!
Evocarte es un placer...
Un tango compadrón
bailando en cada esquina...
Vos tenés un "no sé qué"...
como tus pibas...
¡Buenos Aires de mi amor!
En este cielo no se ve la Cruz del Sur...
Se vuelve gris
lo que es azul...
Por estos lados no se siente el bandoneón...
¡Cosas queridas que han quedado lejos!...
Y aquel porteño que se vino a Nueva York
pensó en volver,
y se quedó...
Pa' recordarte tiene discos a granel,
su buena colección que empieza con Gardel.