La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Si la vieras hoy
Verias que el amor
Se esconde en tras sus ojos
Verdes como el mar
Que brillan al mirar
Su piel es tan piel
Suave brisa que me acarisia
Tanto el alma
Y sus ojos son como un rayo de sol
Tu amor, hooo tu amor
Es como una paloma que volo
Y nunca mas, y nunca mas regreso
Hooo tu amor hooo tu amor
Es como una paloma que volo
Y nunca mas y nunca mas regreso.