La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Nube de día, fuego de noche
Nube de día, fuego de noche
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
Tu presencia está siempre conmigo
donde quiera que voy me das abrigo
si subiera a lo más alto
o bajase mi energía
Tú conmigo estarías
El enviado, el mesías
estás a mi lado, eres
Nube de día, fuego de noche
Nube de día, fuego de noche
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
Tu presencia está siempre conmigo
donde quiera que voy me das abrigo
si subiera a lo más alto
o bajase mi energía
Tú conmigo estarías
El enviado, el mesías
estás a mi lado, eres
Nube de día, fuego de noche
Nube de día, fuego de noche
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
Nube de día, fuego de noche
Nube de día, fuego de noche
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
Emanuel, Dios con nosotros
Emanuel, mi Dios es fiel
(Gracias a Stefan Morosan por esta letra)