La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Nuestro Dios es Dios alegre, mi Dios es alegre
sofonías 3:17 me dice que él se regocija en mí
Nuestro Dios es Dios alegre, mí Dios es alegre
sofonías 3:17 me dice que él se regocija en mí
ÉL consuela al que llora, su ayuda no demora
Él abraza al rechazado y lo trae a su lado para dar su amor
Él levanta al abatido y restaura el alma del herido
ÉL exalta el loor del pueblo que busca conocer al Señor
Dios és Alegre, cantemos con gosto
Dios és Alegre, un grito de júbilo !