La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sabes el camino que elegí, fui cazado como un animal.
Sabes que es morirse de dolor, torturado hasta reventar.
Segaron nuestro amor unos barrotes de seguridad,
y no borraron el recuerdo, privado de libertad.
Celda de aislamiento, soledad.
Demasiado tiempo para poder aguantar.
Hoy por fin me han concedido tu visita.
Hoy no te podré abrazar
pero estos muros no nos separarán.
El frío cristal divide dos mundos, media hora pasa en un segundo,
tantas cosas que decir y ahora nos quedamos mudos.
Triste cita de amor bajo estricta vigilancia.
Tu mirada es lejana, te tortura verme así
desearía fundir nuestras lágrimas, desesperación.
Y aunque el odia estalla por ver frenar el amor...
Hoy no te podré abrazar
pero estos muros no nos separarán.
Sabes el camino que elegí, fui cazado como un animal.
Sabes que es morirse de dolor, torturado hasta reventar.
Segaron nuestro amor unos barrotes de seguridad,
y no borraron el recuerdo, privado de libertad.
Hoy no te podré abrazar
pero estos muros no nos separarán.