La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hey que bien te ves hoy
Mejor te verías
En mi habitación
Hey dinamita soy
Tu cuerpo es fuego
Somos explosión
Hey que bien te ves hoy
Mejor te verías
En mi habitación
Ya no voy a pensar
Tus labios me llaman
No quieren hablar
No quieren hablar
Hey, hey
No me hago responsable
Hey, hey
No me hago responsable de nada
¿Qué va a pasar?
Voy contra el reloj
Es tiempo perdido
Perdido en alcohol
Ya no voy a pensar
Correré a buscarte
No vas a escapar
No vas a escapar
Hey, hey
No me hago responsable
Hey, hey
No me hago responsable de nada
¿Qué va a pasar?
Si gustas puedes venir por mi
Si gustas puedes venir por mi
Si gustas puedes venir por mi
Si gustas puedes venir por mi
Hey, hey
No me hago responsable
Hey, hey
No me hago responsable de nada
¿Qué va a pasar?