La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Tengo tantos versos para contar
Los sueños que yo quiero junto
A ti lograr y en este inmenso mar
No cabrían todos
Sentados en la arena
Es la manera en qué encuentro
La certeza de decirte
Que cada grano el ella es un sueño que
Quiero, lograr junto a ti
Mírame y déjame
Llevarte a lo más profundo
De mi corazón
Mírame y sabrás
Que tus ojos se han grabado en él
Quiero soñar junto a ti
Quiero soñar junto a ti
No
Nunca imaginé que seríamos
El uno para el otro solos tu y yó
Unidos por el quien no hay nada imposible
Solo en Dios
Sueño junto a ti
Agradarle a él de todo
Corazón yo sueño envejecer
A tu lado y siempre caminar de la mano
Juntos con él
Mírame y déjame
Llevarte a lo más profundo
De mi corazón
Mírame y sabrás
Que tus ojos se han grabado en él
Quiero soñar junto a ti
Soñar junto a ti
Mírame y déjame llevarte a lo más profundo de mi corazón
Mírame y sabrás
Que tus ojos se han grabado en él
Quiero soñar junto a ti
Soñar junto a ti
Soñar junto a ti
Quiero soñar junto a ti