La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sola sin tu cariño
Voy caminando, voy caminando
Y no sé qué hacer
Ni el cielo me contesta
Cuando pregunto por ti, mi bien
No he podido olvidarte
Desde la noche, desde la noche
En que te perdí
Sombras de duda y celos
Celo del pueblo
Pensando en ti
Deja que yo te busque
Y si te encuentro, y si te encuentro
Vuelve otra vez
Olvida lo pasado
Ya no te acuerdes de aquel ayer
Olvida lo pasado
Ya no te acuerdes de aquel ayer
Mientras yo estoy dormida
Sueño que vamos los dos muy juntos
A un cielo azul
Pero cuando despierto
El cielo es rojo, me faltas tú
Y aun que yo sea culpable
De aquella triste, de aquella triste
Separación
Vuelve por Dios tus ojos
Vuelve a quererme, vuelve mi amor
Deja que yo te busque
Y si te encuentro, y si te encuentro
Vuelve otra vez
Olvida lo pasado
Ya no te acuerdes de aquel ayer
Olvida lo pasado
Ya no te acuerdes de aquel ayer