La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Soy del mar espuma, soy triste lamento
Yo soy basurita, soy basurita
Que arrastra el viento
Cuando vine al mundo
Yo nací llorando
Y ay Dios desde entonces
Sigo llorando, sigo llorando
Soy como el ave
Que va volando, que va volando
Por un desierto, por un desierto
Buscando oriente
Encontré el ocaso, encontré el ocaso
Buscando alivio, buscando alivio
Encontré el dolor
Yo nunca he tenido
Quien de mi se apiade
Soy la basurita, soy basurita
Que lleva el aire
Ay cuanta amargura
Siento al acordarme
Cuando yo era niña
Faltó hasta el agua
Pa' bautizarme
Soy como el ave
Que va volando, que va volando
Por un desierto, por un desierto
Buscando oriente
Encontré el ocaso, encontré el ocaso
Buscando alivio, buscando alivio
Encontré el dolor