La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Día y noche mis lágrimas caerán
por una sola situación.
Recuerdos pasados en mi mente quedarán,
momentos extraños con vos.
Caigo postrado en un río de alcohol,
nada cubre este dolor.
Finjo ser fuerte para no verte jamás,
ya no puedo escapar!
Si cada noche vas perdiendo la razón
de que estuvimos juntos tú y yo.
Si cada día vas finjiendo un nuevo amor
aunque estemos separados...
Cuánto te extraño abril
en estas noches sin ti.
Ya no pretendo volver a equivocarme.
Cómo podré olvidar
que no fue por la maldad
de que hoy estemos los dos,
aunque no estamos.
Caigo postrado en un río de alcohol,
nada cubre este dolor.
Finjo ser fuerte para no verte jamás,
ya no puedo escapar!
Si cada noche vas perdiendo la razón
de que estuvimos juntos tú y yo.
Si cada día vas finjiendo un nuevo amor
aunque estemos separados...
Cuánto te extraño abril
en estas noches sin ti.
Ya no pretendo volver a equivocarme.
Cómo podré olvidar
que no fue por la maldad
de que hoy estemos los dos,
aunque no estamos.