La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Llenamos el caldero
De risas y saleros
Con trajes de caricias rellenamos el ropero
Hicimos el aliño de sueños y de niños
Pintamos en el cielo la bandera del cariño
Las cosas se complican si el afecto
Se limita a los momentos de pasion
Subimos la montaña de riñas y batallas
Vencimos al orgullo sospesando las palabras
Pasamos por los puentes
De celos y de historias
Prohibimos a la mente confundirse con memorias
Nadamos por las olas de la inercia y la rutina con la ayuda del amor
Vivimos siempre juntos y moriremos juntos
Alla donde vayamos seguiran nuestros asuntos
No te sueltes la mano que el viaje es infinito
Y yo cuido que el viento no despeine tu flequillo
Y llegara el momento en que las almas se confundan
En un mismo corazón
Las cosas se complican si el afecto se limita a los momentos de pasion