La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Nació como un lamento
en el rincón que el hombre destina al sentimiento
y rompiendo toda precisión
se hizo grande como el universo en expansión.
Así está hoy la sensación que tu estás en mi.
Como el jardinero del jardín
cuidas que mis árboles den flores
y a los dolores del vivir,
quitas la agonía. Del hielo al agua
hasta el vapor,
así está hoy la sensación,
que yo soy sólo tu.
Eres el camino y yo el andante
sin mas camino que adelante.
Y estando atento en este instante,
sin otro tiempo que el aqui y ahora
soy una sirena que cayó en
la fuente del amor.