La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Vamos dejando unas pequeñas cosas en claro
Para aclararte mi vida que yo a ti te amo
Me tienes vuelto locquito con tu ahoromita
Te quiero más que mi vida mi niña bonita
Cuando compongo mis rolas me quedo cayado
Y es que nomás en pensarte poeta me hago
Asómate a tu ventana te estoy esperando
Vine a entregarte los besos que estaba guardando
Mírame que no ves que estoy loco
Loco por tu boquita, tu nariz bonita
Y hasta cejitas que adornan tus ojos
Mírame, me traes enamorado
Tanto tiempo esperado para estar a tu lado
Y si me correspondes será afortunado
Pero si
Si tu no me haces caso
Romperé esta hoja que tiene esta rola y me largo al carajo
(Y ay no más chiquitita, de loera cano mi amor!)
Cuando compongo mis rolas me quedo cayado
Y es que nomás en pensarte poeta me hago
Asómate a tu ventana te estoy esperando
Vine a entregarte los besos que estaba guardando
Mírame que no ves que estoy loco
Loco por tu boquita, tu nariz bonita
Y hasta cejitas que adornan tus ojos
Mírame, me traes enamorado
Tanto tiempo esperado para estar a tu lado
Y si me correspondes será afortunado
Pero si
Si tu no me haces caso
Rompare esta oja que tiene esta rola y me largo al carajo