La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Señor, ¿qué viste en mi?
esto yo no me lo explico,
si no era sabio, ni rico,
mejores había que yo.
Si sólo fui un pecador,
enfermo y desesperado,
bebiendo todo el pecado de miseria y dolor.
Explicame tú también, lo que yo cuento no importa,
dos veces cierro mi boca,
lo que vale es tu opinión.
Pero, ¿que viste en mi? señor
Si tan solo me recuerdo como un perro callejero,
sin hogar tambien sin dueño,
¿que viste en mi? señor.
Señor, me has hecho tan feliz
déjame que yo lo cuente
y sepa toda la gente
el cambio que hiciste en mi.
Tú me enseñaste a vivir,
soy el ave con espacio
ya no voy con tu mal...
ya no soy la antes que fui.
Señor, por tu inmenso amor,
perdonaste mi pecado
y todito mi pasado,
en lo profundo quedó.
Pero, ¿que viste en mi? señor
Si tan solo me recuerdo como un perro callejero,
sin hogar tambien sin dueño,
¿que viste en mi? señor.