La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hice un viaje especial
Fue un viaje celestial
Siempre hice muchos viajes
Viajé por muchas galaxias
Por causa de aquella "hierba maldita"
¡¡¡Hasta Marte yo alucinaba!!!
Yo no tenía los pies en la tierra
Vivía de ilusión
Dejar el miedo yo no conseguía
Un toque de mota era mi emoción
Pero un día alguien llegó
Y mi vida Cristo cambió
Sentí un toque divino
Y de este mundo yo viajé
Y ahora veo una luz
Y esa luz yo sé que es Jesús
Y ahora con Él estaré
Para a otro mundo yo viajar