La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Mi madre desde muy niño,
Hiso que yo te quisiera,
Te saludaré en septiembre,
En tu cumpleaños, bandera.
Tenía que ser septiembre,
Cuando las flores se asoman
Y por las calles tu pueblo,
Está de fiesta señora.
La tierra se va cubriendo,
Con alfombras de esmeralda,
La primavera te trae,
Un perfume de regalo.
Septiembre llegó cantando,
Una cueca muy florida
Y despertaba en guitarras,
Que se encontraban dormidas.
La patria entera celebra,
Tu cumpleaños, bandera.
Bendigo al pintor que quiso,
Que tres colores lo hiciera
Y en el azul te prendieran,
Un corazón como estrella.
Señora bandera mía,
Te quiero cuando flamea
Y que orgullo somos cientos,
De ser chileno, bandera.
La tierra se va cubriendo,
Con alfombras de esmeralda,
La primavera te trae,
Un perfume de regalo.
Septiembre llegó cantando,
Una cueca muy florida
Y despertaba en guitarras,
Que se encontraban dormidas.
La patria entera celebra,
Tu cumpleaños, bandera.
La patria entera celebra,
Tu cumpleaños, bandera.