La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Ya me vi
Cantado en el cielo
Junto a millones de lavados
Por su sangre
Ya me vi
Caminando por sus calles
En compañía de millares
De salvados
Quizá me topé
Con David o con Moisés
Quizá me pueda entrevistar
Con Abraham
Quizá me tomé un café
Con Bernabé
Quizá me pueda presentar a
Pablo y Juan
Pero que gozo
Será ver a mi señor
Y adorarlo por toda
La eternidad
Pero que gozo será
Ver su esplendor
Y contemplarlo cara
A cara como es él
Ya me vi
Ya me vi
En el cielo adorando
A mi Jesús
Dios limpiará
Tus lágrimas mi hermano
Allí no habrá más
Muerte ni dolor
Solo habrá paz
Justicia y gran gozo
Descansarás de todos
Tus trabajos
Quizá me topé
Con Arminio y Calvino
Quizá conozca a
Lutero y Jorge Fox
Me tomaría una selfie
Con John Wesley
Y con el misionero
Que me habló de
Mi Jesús
Pero que gozo
Será ver a mi señor
Y adorarlo por
Toda la eternidad
Pero que gozo será
Ver su esplendor
Y contemplarlo cara
A cara como es él
Ya me vi
Ya me vi
En el cielo adorando
A mi Jesús
Pero que gozo
Será ver a mi señor
Y adorarlo por
Toda la eternidad
Pero que gozo será
Ver su esplendor
Y contemplarlo cara
A cara como es él
Ya me vi
En el cielo adorando
A mi Jesús