La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Verde luz de monte y mar
Isla virgen del coral
Si me ausento de tus playas rumorosas
Si me alejo de tus palmas silenciosas
Quiero volver, quiero volver
A sentir la tibia arena
A dormir en tus riberas
Isla mía, flor cautiva
Para ti quiero tener
Libre tu cielo
Sola tu estrella
Isla doncella, quiero tener
Verde luz de monte y mar