La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Eres el único, eres el gran Yo Soy, no hay como tú Señor, no hay como tú mi Dios
La tierra canta, el cielo postrado está, y el universo y miles de ángeles cantan
Se escucha...
El alfa, omega, principio y final
El alto, sublime, quien es, quien será
Eres el único, eres el gran Yo
Soy, no hay como tú Señor, no hay como tú mi Dios
La tierra canta, el cielo postrado está, y el universo y miles de ángeles cantan
El alfa, omega, principio y final
El alto, sublime, quien es, quien será (2v)
Que tu reino se establezca en la tierra como en el cielo (2v)
El alfa, omega, principio y final
El alto, sublime, quien es, quien será
(Gracias a Bianca Giménez por esta letra)