La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Llevame al lugar secreto donde estas
acercame mas a tu gloria y majestad
Despierta mi espíritu saciame mas de ti
mi corazon siempre estara dispuesto para ti
Llevame al lugar secreto donde estas
Llevame al lugar secreto donde estas
Nada apagara mi fuego, mis ganas de adorarte, mi anhelo es postrarme
Ante ti por siempre
Viviré apasionado, de tu gloria enamorado, mi anhelo es postrarme
Ante ti por siempre
Apasionado, busco tu rostro, nada podrá detenerme
apasionado, busco tu rostro, nada podrá
detenerme
apasionado, busco tu rostro, nada podrá detenerme
apasionado, busco tu rostro, nada podrá detenerme
apasionado, busco tu rostro, nada podrá detenerme
apasionado, busco tu rostro, nada podrá detenerme
(Gracias a Mered Martinez Munguia por esta letra)