La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Que te quiero me esperas ahí
Que no la mires más no quiero a nadie aquí
Si te veo salir o hablar con alguien
Más te vas a arrepentir
Que te quiero que no lo ago más
Que solo fue un error y te voy a cuidar
No sé que me paso, solo perdoname por tratarte mal
Y si te digo cuál es la verdad, que duele, pero mira más allá
La realidad no cambiará
Son solo palabras que no siente
No te hace daño quien te quiere de verdad
No te dejes humillar
Y si el miedo te detiene
Busca tu lado valiente y no sufras más
No te dejes de amar
Que si hablo el se va a enojar
Que sera mi culpa que reaccione mal
Aunque pida a gritos nadie va a escuchar
Y yo seré una mas
Que mi vida yo quiero vivir
Y quiero ser libre para decidir
Si tuviera solo una oportunidad para ser feliz
Y es que en cada nuevo despertar
Tu tienes el poder de elegir
No pienses mas, y sal de ahí
Son solo palabras que no siente
No te hace daño quien te quiere de verdad
No te dejes humillar
Y si el miedo te detiene
Busca tu lado valiente y no sufras mas
No te dejes de amar
Eres fuerte, te lo aseguro
Nunca dudes, que vales mucho
Quien no lo crea, y dañe tu orgullo
Le haberes la puerta y que siga su rumbo
Son solo palabras que no siente
No te hace daño quien te quiere de verdad
No te dejes humillar
Y si el miedo te detiene
Busca tu lado valiente y no sufras mas
No te dejes de amar
No te dejes de amar
Ni una menos, ni una mas