La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Al amanecer cuando siento el calor del sol
Y el viento acaricia mi piel
Y el aire me da un día mas para ver Tus maravillas
El atardecer destella tu belleza
Y el olor a Tu existencia
Me recuerda Tu infinito Amor y eterna grandeza
Tú que lo hiciste todo cada pieza en el mundo la creaste Tu
Señor
Cuando veo las aves que vuelan y las aguas cristalinas, sé
que ahí estas Tú
Ohhh Señor
Al caer la noche y todo se apaga
Las estrellas y la luna resplandecen y la brisa del sereno
me sonríe
Las luciérnagas empiezan a brillar
Y los niños a cantar y su risa inconfundible me recuerda Tu
existencia
Tú que lo hiciste todo cada pieza en el mundo la creaste Tu
Señor
Cuando veo las aves que vuelan y las aguas cristalinas, sé
que ahí estas Tú
Ohhh
Tú que lo hiciste todo cada pieza en el mundo la creaste Tu
Señor
Cuando veo las aves que vuelan y las aguas cristalinas, sé
que ahí estas Tú
Ohhh Señor
Tú que lo hiciste todo cada pieza en el mundo la creaste Tu
Señor
Cuando veo las aves que vuelan y las aguas cristalinas, sé
que ahí estas Tú
Ohhh
Tú que lo hiciste todo cada pieza en el mundo la creaste Tu
Señor
Cuando veo las aves que vuelan y las aguas cristalinas, sé
que ahí estas Tú
Ohhh Señor