La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Grandioso es tu constante amor que nos cubrió. Asombrosa es tu gracia que nos redimió.
Coro.
Cristo milagro del mundo, te amamos salvador hijo del Dios magnífico, magnífico.
Nos Humillamos hoy en tu presencia Dios envuelvenos, manos en alto están ante tu inmensidad eres magnífico.
Coro.
Cristo milagro del mundo, te amamos salvador hijo del Dios magnífico, //magnífico//.
Puente.
//El cielo no podrá contener tu amo, y la tierra exaltará al gran Dios único, toda alma y corazón tendrá que declarar a //Jesús magnífico//.
//Coro//
////Magnífico////
(Gracias a Liánderso Hernández por esta letra)