La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Cuando me siento desamparado y oprimido
Cuando menos pienso que a mi lado tú estas
De momentos siento una mano sobre mi hombro
Y al tornar mi rostro hacia el que me toca
Que miro, no veo a nadie y me pregunto ¿quien será?
Cuando pienso que en mis oraciones ya tú no llegas
Cuando digo a ti oh dios no me desampares
De momentos siento una mano sobre mi hombro
Y al tornar mi rostro hacia el que me toca
Que miro, no veo a nadie y me pregunto ¿quien será?
Yo siento que alguien me toca
Yo siento que alguien me toca
Y siento que son las manos del señor
Y siento que son las manos del señor
Cuando pienso que en mis oraciones ya tú no llegas
Cuando digo a ti oh dios no me desampares
De momentos siento una mano sobre mi hombro
Y al tornar mi rostro hacia el que me toca
Que miro, no veo a nadie y me pregunto ¿quien será?
Yo siento que alguien me toca
Yo siento que alguien me toca
Cuando pienso como que ya tú no me oyes
Cuando pienso como que ya tú no me miras
Yo siento que
Yo siento que alguien me toca
Yo siento que alguien me toca
Y siento que son las manos del señor
Yo siento que alguien me toca
Yo siento que alguien me toca
Y siento que son las manos del señor
Y siento que son las manos del señor
Y siento que son las manos del señor
Laralala laralala