La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Cansado de aparentar, decido no esconderme más
Voy a decirte la verdad,dejando al lado el disfraz
Que suele ocultar mi cruda realidad
Y un dolor intenso frente a los demás
Mi alma está en prisión Y no puede sentirte ni oír tu voz
Mi alma está en prisión Y de esta celda no puede huir sin vos
La puerta se cerró, Y sos la llave que puede abrir
Ausencia de sinceridad, producto de mi falsedad
Se pierde la honestidad, la angustia crece más y más
Ya no quiero ocultar mi cruda realidad
que se esfumen mis miedos frente al que dirán
Mi alma está en prisión Y no puede sentirte ni oír tu voz
Mi alma está en prisión Y de esta celda no puede huir sin vos
La puerta se cerró, Y sos la llave que puede abrir
A mi alma le ordeno, que recuerde los momentos
Que yo junto a voz viví
Que no olvide el sacrificio,ni el sin fin de beneficios
Que hoy puedo recibir