La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hoy no me rindo, sigo de pie,
Quiero demostrar que puedo estar bienÂ
Amigos que fallaron, personas que se fueron,
Promesas incumplidas, que un corazón hirieronÂ
No prometas, si no vas a cumplir,
No iluciones, si vas a mentir,
No falles, a quien da todo por ti,
No defraudes, a quien te quiere ver felizÂ
La soledad, siempre esta presente,
Es un problema del subconsciente,
Sentirte solo cuando estas con gente,
Que no te traiciona evidentementeÂ
Traición, trae dolor, el dolor decepción,
Decepción el temor, que daña al corazónÂ
Concretar los sueños depende de uno mismo,
Cuando estés mal recurrà al optimismoÂ
Si te perdes, que sea en estos ritmos,
No permitas que ser feliz, sea un espejismoÂ
Porque estar mal, no es el fin del mundo,
Hay varios caminos, podes cambiar de rumboÂ
La vida es una sola, disfrutala a menudo,
Sonreà y desata de tu garganta ese nudoÂ
Romper en llanto, para desahogarce,
El odio del amor, siempre forma parteÂ
Amate a vos mismo, para entender, lo que significa la palabra querer,
Comprender que el cariño te puede hacer ver, cosas que con el tiempo te hagan crecerÂ
Intentar, no es fallar, es querer arriesgar, a poder concretar, un sueño alcanzar,
Sin importar, el estar mal, parte vital, de la felicidadÂ
Si ganas, que sea amor, no te dejes vencer,
Si perdes, que sea el odio, que habita en tu ser,
Si arriesgas, no tengas miedo, a perder,
Si caes, no te rindas, te ayuda a crecer