La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Mire a un peregrino
Salvado por la fe
Lavado en la sangre
Con rostro radiante
Y sin temor alguno
Tentado mas y mas
Dijo este yugo es facil
Las cargas son ligeras
Se que palmas de victoria mi corona
Palmas y coronas echare a sus pies
Lo vi en caliente horno
Sin duda ni temor
Y junto en las llamas
Estaba el salvador
Cuando el fuego fue aumentado
Aun siete veces mas
Dijo este yugo es facil
Las cargas son ligeras
Cuando en diversas pruebas
Prisiones y dolor
Decia regocijado
Es por mi redentor
Sentia grande gozo
Pues dios lo escogio
Para llevar su carga
Y su ligero yugo
Y vi al peregrino
Vencer en el final
Llegando a su meta
La vida eterna
Corona incorruptible
El rey le presento
Aquel ligera carga y yugo
Cristo encontro