La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Yo muy mala fui y no me importó
vivir para mí y sólo por mí.
Fui egoísta mas desesperada y necesitada...
Coro
No soy igual;
no, no, no, yeah, yeah, yeah,
Cristo me ha cambiado;
no soy igual.
¡U-u-uhh! Hoy lo que soy es todo por Él.
Todo mi hacer se lo quiero ofrecer.
Su verdad salvadora yo creo ahora.
Me ha renovado, llevó mi pecado.
Su paz me brindó, mis dudas quitó estoy firme en Él...
Por Él yo vivo hoy... ¡Mi vida es Él!
Coro
Puente
Todo el pasado y cuanto yo quise ser, (quise ser)
todo ha cambiado, ahora no soy igual... nunca más.
Hoy lo que soy y aun lo que pueda ser... ¡se lo debo a Él!
He, he, he, hey… !Huuh!
Coro
No soy igual; no, no, no, yeah
Cristo me ha cambiado no soy igual...