La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Construí mi casa en la ladera
De un alto monte muy especial
Allí he tenido tan buena vida
Es más de lo pedido mas no lo que soñé
Cuántas veces oí una voz llamándome
¡Sube más alto y maravillas vas a ver!
Mas podrá llegar una tempestad
Por un momento así
No hay grande riesgo para mí
No me he lanzado al vacío a volar
Ni camino sobre agua
Mas si me vuelvo atrás
¿Cómo sabré lo que perdí?
Después de haber esperado hasta aquí
Por un momento así
Me he contentado en no hacer preguntas
Que agitan ríos, que mueven la mar
Oh, oh, oh, oh… Las aguas quietas son más tranquilas
Calman mi espíritu con su cantar
¿Qué está alejándome de anhelar
Ser libre de la indiferencia espiritual?
Mas podrá llegar una tempestad
A veces hay momentos que he comenzado a volar aún con temores