La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Te quiero por bonita
Por alta y por garbosa
Te quiero porque llevas
En tus ojos el sol
Te quiero por tu porte
Y tu andar de marquesa
Te quiero por tu boca
Por tu pelo y tu voz
Te quiero cuando ríes
Te adoro cuando cantas
Me matas de dicha
Cuando te veo bailar
Te quiero por tu cuerpo de Venus Afrodita
Por tu piel candente
Corazón que incita
Te quiero porque tienes caminar ondulante
Cómo playa de mar
Te quiero por tu cuerpo de Venus Afrodita
Por tu piel candente
Corazón que incita
Te quiero porque tienes caminar ondulante
Cómo playa de mar
Te quiero cuando ríes
Te adoro cuando cantas
Me matas de dicha
Cuando te veo bailar
Te quiero por tu cuerpo de Venus Afrodita
Por tu piel candente
Corazón que incita
Te quiero porque tienes caminar ondulante
Cómo playa de mar
Te quiero por tu cuerpo de Venus Afrodita
Por tu piel candente
Corazón que incita
Te quiero porque tienes caminar ondulante
Cómo playa de mar
Te quiero por tu cuerpo de Venus Afrodita
Por tu piel candente
Corazón que incita
Te quiero porque tienes caminar ondulante
Cómo playa de mar