La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Jesús Nazareno, Rey de los Judios
Jesús de las Siete Palabras y un Grito
!Corazón amigo, Corazón herido
Corazón de Cristo Jesús,
Yo confío en Vos!
Ahí está tu Madre, Ahi está tu Hijo
Conmigo estarás hoy en el Paraiso
!Corazón amigo...
Perdonalos Padre, no saben lo que hacen
Dios mio ¿por que me abandonaste?
!Corazón amigo...
Dijo tengo sed, lanzó un fuerte grito
En tus manos Padre, Yo pongo mi Espíritu
!Corazón amigo...
Todo está cumplido, entrega su aliento
y mana agua y sangre, del costado abierto
!Corazón amigo... (2)