La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hoy celebraremos la victoria de la cruz
Juntos cantaremos al que nos dio la luz
Por su sacrificio hoy tenemos paz
Fue por sus heridas que tenemos sanidad
Somos hijos redimidos, amados, escogidos
Unidos por su sangre para declarar
Somos su pueblo fruto de su amor
Somos su pueblo sus manos y su voz
Somos su pueblo proclamenos hoy de su perdón
De su libertad
Hoy celebraremos la victoria de la cruz
Juntos cantaremos al que nos dio la luz
Por su sacrificio hoy tenemos paz
Fue por sus heridas que tenemos sanidad
Somos hijos redimidos, amados, escogidos
Unidos por su sangre para declarar
Somos su pueblo fruto de su amor
Somos su pueblo sus manos y su voz
Somos su pueblo proclamenos hoy de su perdón
De su libertad
Somos hijos redimidos, amados, escogidos
Unidos por su sangre para declarar
Para declarar
Somos su pueblo fruto de su amor
Somos su pueblo sus manos y su voz
Somos su pueblo proclamenos hoy de su perdón
De su libertad
Somos su pueblo fruto de su amor
Somos su pueblo sus manos y su voz
Somos su pueblo proclamenos hoy de su perdón
De su libertad