La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
David llamo a Siba, y le preguntó
¿Hay alguien de la casa de Saúl
Que yo pueda ayudar?
Recordándome del pacto
Que hice con mi amigo Jonathan
Quiero hacer misericordia
Honrando su amistad
Y Siba le respondió
¡Ah! Existe uno mi señor
Que habita en lodebar
Tierra de tristeza y dolor
Donde reina la maldad y la miseria es realidad
Es una tierra sin sueños señor
Lugar de pavor
David pregunta a Siba
Háblame más de este hombre
Por favor, ya díganme su nombre
Se llama Mefiboset
Mas él no puede andar
Está invalido señor
No se puede ni arrastrar
Manda llamar a ese hombre
Que con él yo quiero hablar
Dile a Mefiboset que el Rey lo mandó a llamar
(Y mirándole a los ojos le dijo estas palabras)
Lo que era tuyo te devolveré
Voy a restituir
Lo que la vida te robó
El último en la casa de Saúl
Ya no será más aquel
A quien nadie le da valor
Vas a vivir en la Casa del Rey
Vas a comer en la Mesa del Rey
Vas a vestir las Ropas del Rey
Vas a sentarte al lado del Rey
La miseria nunca más conocerás
Un adiós a lodebar tu vas a dar
Tu vida nunca más será igual
El Rey te mandó a llamar
Lo que era tuyo te devolveré
Voy a restituir
Lo que la vida te robó
El último en la casa de Saúl
Ya no será más aquel
A quien nadie le da valor
Vas a vivir en la Casa del Rey
Vas a comer en la Mesa del Rey
Vas a vestir las Ropas del Rey
Vas a sentarte al lado del Rey
La miseria nunca más conocerás
Un adiós a lodebar tu vas a dar
Tu vida nunca más será igual
"El Rey te mando a llamar"
(Escucha bien lo que estoy diciendo en esta noche)
"El Rey te mando a llamar"
(Todo lo que el enemigo te robo hoy el te lo devuelve al ciento por uno)
"El Rey te mando a llamar"