La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Quisiera niño , besarte
y San José no me deja,
dice que te haré llorar,
¿verdad que aún así me dejas?
Ha nacido en un portal,
llenito de telaraña,
entre la mula y el buey,
el redentor de las almas
Yo soy un pobre caucano
que vengo de Yauco aquí
y a mi Niño Dios le traigo
un gallo qui-qui-ri-quí
Ya lo sabes Niño hermoso
soy del pueblo del café
por si quieres dos saquitos
también yo te los traeré.
En Belén tocan a fuego
del portal sale una llama
es una estrella del cielo
que ha caído entre las pajas
Yo soy un Juan el verdurero
que vengo de la montaña
y le traigo viandas buenas
desde mi humilde cabaña
Al Niño recien nacido
todos le ofrecen un don
yo como no tengo nada
le ofrezco mi corazón