La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Por ti los ciegos ven, los mudos cantarán
En ti la vida está, por ti puedo cantar
La oscuridad se va, por ti puedo gritar
Libre soy
¡Libre para correr! (libre para correr)
¡Libre para danzar! (libre para danzar)
¡Libre para vivir en ti! (libre para vivir en ti)
¡Libre soy!
¡Libre para correr! (libre para correr)
¡Libre para danzar! (libre para danzar)
¡Libre para vivir en ti! (libre para vivir en ti)
¡Libre soy!
Por ti los ciegos ven, los mudos cantarán
En ti la vida está, por ti puedo cantar
La oscuridad se va, por ti puedo gritar
¡Libre soy!
¡Libre para correr! (libre para correr)
¡Libre para danzar! (libre para danzar)
¡Libre para vivir en ti! (libre para vivir en ti)
¡Libre soy!
¡Libre para correr! (libre para correr)
¡Libre para danzar! (libre para danzar)
¡Libre para vivir en ti! (libre para vivir en ti)
¡Libre soy!
¡Libre para correr! (libre para correr)
¡Libre para danzar! (libre para danzar)
¡Libre para vivir en ti! (libre para vivir en ti)
¡Libre soy!
¡Libre para correr! (libre para correr)
¡Libre para danzar! (libre para danzar)
¡Libre para vivir en ti! (libre para vivir en ti)
¡Libre soy!
(Libre soy) por tu amor
(Libre soy) en la cruz
(Libre soy) me diste libertad
(Libre soy) me diste el perdón
(Oooh) ¡yo libre soy!
(Oooh) ¡yo libre soy!
(Oooh) ¡libre soy! (oooh)