La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Traicionados, nos rehusamos a perder
Olvidar fortaleció mi sed.
El huracán borró las huellas que dejaste en mi,
Abrí mis ojos y entendí la solución, dejar atrás nuestro rencor.
Cuánto tiempo más hay que perder?
Esta vez, es tiempo de aprender que tus palabras son mentiras
Y en tus ojos la traición me recuerda que..
Quebraste mi voz, cortaste mi piel
Con cada error, con cada verdad
Perdiste la guerra intentando escapar
De cada error, de cada verdad
Sepultado en tu desastre, condenado a padecer tu error.
El huracán borró las huellas que dejaste en mi
Una vez más, una vez más me pregunto...
Cuánto tiempo más hay que perder?
Esta vez, es tiempo de aprender que tus palabras son mentiras
Y en tus ojos la traición me recuerda que..
Quebraste mi voz, cortaste mi piel
Con cada error, con cada verdad!
Quebraste mi voz, cortaste mi piel
Con cada error, con cada verdad
Perdiste la guerra intentando escapar
De cada error, de cada verdad
Cortaste el lazo que un día nos unió.