La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Anclado en este mar, cansado de esperar
Alzo mis velas y parto de aca
Y es tan dificil encontrar algo que sea real
Y aunque en la marea me pierda
Yo se que siempre vas a estar
Ayudame, no me dejes caer
Aunque todo se derrumbe y caiga a mis pies
Ayudame, el agua empieza a crecer
Se derrumban las paredes y caen a mis pies
Naufragando por años pude entender
Siempre fuiste paz, el faro en la tormenta
No me dejes caer, solo dame mas tiempo
Para comprender a donde hay que llegar
Ayudame, no me dejes caer
Aunque todo se derrumbe y caiga a mis pie