La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Su gloria cubrió los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza
Y el resplandor fue como una luz
Rayos brillantes salían de sus manos
Y el resplandor fue como una luz
Y ahí estaba escondido su poder
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza (si)
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza
Y el resplandor fue como una luz
Y ahí estaba escondido su poder
Hay un poder que consume mi corazón
Fuego divino que quema y no se puede apagar
Hay un poder que consume mi corazón
Fuego divino que quema y no se puede apagar (no se puede)
Yeah!
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza (oh si!)
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza
Y el resplandor fue como una luz
Rayos brillantes salían de sus manos
Y el resplandor fue como una luz
Y ahí estaba escondido su poder
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza (hoho)
Su gloria cubrio los cielos
Y la tierra se llenó de su alabanza
Y el resplandor fue como una luz
Rayos brillantes salían de sus manos
Y el resplandor fue como una luz
Y ahí estaba escondido su poder
Hay un poder que consume mi corazón
Fuego divino que quema y no se puede apagar
Hay un poder que consume mi corazón
Fuego divino que quema y no se puede apagar (no se puede!)
Yeah, yeah!