La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
No sé el porque
Llorar o reír
Decir o callar
Buscar o perder
El tiempo me dice, que ya no es posible
Que de esto me olvide¡¡¡, que deje todo atrás
Muchos se quedaron, Solo un recuerdo serán
Más yo no podre renunciar
El camino no es fácil lo quiero
Vivir en ves de correr
De pie doy todo lo que tengo
La fe no la perderé
Ojos que todo lo ven
Dime cual es la razón
De vivir andando en las sombras
Las sombras de la indecisión
No quiero ganarme la compasión
No quiero el cielo como galardón
Tampoco el infierno por no intentar
Mi vida arriesgar
El camino no es fácil lo quiero
Vivir en ves de correr
De pie doy todo lo que tengo
La fe no la perderé
Hay algo aun más por decir
A nadie importa es mi vivir