La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sé que no significo nada en tu vida
Y que no estoy en tu corazón, ni pensamiento
Pero estoy lleno de ilusiones
Pero estoy lleno de ilusiones
Quizá, quizá
No seas para mí
Quizá, quizá
Tus labios nunca pueda besar
Mientras tú estés sola
En todos los abriles, te llevaré 20 rosas
En tu cumpleaños, te llevaré 20 rosas
Al final y al principio de este año, te llevaré 20 rosas
Y pondré una alfombra de pétalos de rosas a tus pies
Digno soy de una linda y hermosa princesita como tú
Para que el amor se vuelva más grande
Traigo contigo un corazón vendido
Quizá, quizá
No seas para mí
Quizá, quizá
Tus labios nunca pueda besar
Mientras estés sola
En todos los abriles, te llevaré 20 rosas
En tu cumpleaños, te llevaré 20 rosas
Al final y al principio de este año, te llevaré 20 rosas