La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Contra viento y marea mi barca navega
Y entre las tormentas mi alma se desespera
Y cuando las olas golpean mi barca
Yo me lleno de miedo y comienzo a llorar
Pero yo no estoy solo, jesús va conmigo
Él sólo extiende su mano y calma la tempestad
Yo no estoy solo, cristo va conmigo
Él me ayuda a cruzar el ancho mar
Yo no estoy solo, él va conmigo
Él me llevará hasta un puerto seguro
Donde voy a descansar
El mar es el mundo
La tempestad, mis problemas
Mi barca es la iglesia
Cristo es mi capitán
Y cuando las olas golpean mi barca
Yo me lleno de miedo y comienzo a llorar
Pero yo no estoy solo
Él siempre va conmigo
Sólo extiende su mano y calma la tempestad
Yo no estoy solo, cristo va conmigo
Él me ayuda a cruzar el ancho mar
Yo no estoy solo, él va conmigo
Él me llevará hasta un puerto seguro
Donde voy a descansar