La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Si abatido y dolido estás
Y cansado del peso cargar
Cristo nos llama
Si al final del camino estás
Sin saber hacia dónde mirar
Cristo nos llama
Ven ante su trono
El padre te recibirá
Con sangre preciosa
Jesús borró nuestra maldad!
Deja atrás tu vergüenza y pesar
Ven a El ya no esperes más
Cristo nos llama
Trae toda tristeza al altar
Nueva Vida Jesús te dará
Cristo nos llama!
Ven ante su trono
El padre te recibirá
Con sangre preciosa
Jesús borró nuestra maldad
Ven ante su trono
El Padre te recibirá
Con sangre preciosa
Jesús borró nuestra maldad!
Oh cuán hermoso
Es nuestro Salvador
Canta aleluya, Cristo vive
Nadie es más grande
Solo Él es el Señor
Canta aleluya, Cristo vive
Oh cuán hermoso
Es nuestro Salvador
Canta aleluya, Cristo vive
Nadie es más grande
Solo Él es el Señor
Canta aleluya, Cristo vive
Ven ante su trono
Con brazos abiertos El está
Con sangre preciosa
Jesús borró nuestra maldad
Ven ante su trono
El Padre te recibirá
Con sangre preciosa
Jesús borró nuestra maldad!
Hasta un día llegar frente a él
De su amor a todos contaré