La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Llueve Emmanuel y Linda
Llueve, llueve
En las naciones
Que fluya sanidad
Y bendición.
Llueve, llueve
En nuestras vidas
Que el río de Dios
Inunde el mundo desde hoy.
Levantamos nuestra alma
Y nuestro corazón
Un clamor desesperado
Por tu bendición.
Nuestros ojos quieren verte
En esta nación
Y queremos escuchar
Y obedecer tu voz.
Tenemos hambre y sed
Sácianos con tu poder.
Las ventanas de los cielos
Pronto de abrirán
Las familias de la tierra
A ti volverán.
Nuestros corazones
Quieren adorarte más
Y tus hijos buscaremos
Más tu santidad.