La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sobre la mesa el mazo esta, esperando trampear y ver como el azar
Se burla igualando a todos los hombres
Caña fuerte acompaña, humo espeso a bocanadas
Se apuesta todo, marca de truco
Como los naipes, son vidas marcadas
Poniendo el grito en cielo, acá no se juega por plata
Ni tampoco se arreglan las cosas, a tiros y puñaladas
Si por un lio de mi flor, el truco no tiene gollete
Sera que es al santo botón, si nadie revira mi suerte
Flor y truco
Flor y truco
Flor y truco
En la mano tengo hoy!!!