La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Sin miedo a nada
Mi voz ataca esta canción
No pierdo nada
Si entrego el corazón
Pierdo la calma y desafino mi razón
Me tiembla el cuerpo
Si audiciono por amor
Sé que no es fácil llegar hasta ahí
Por un aplauso me entrego
En el escenario yo quiero, vivir
Mi corazón despertó
Mis pasos siguen lo que dicta tu voz
Nada me frena el motor
Mi sueño siempre va ligado a tu amor
No quiero despertar
Lo que dicta el corazón cinco, seis, siete y...
Se para el tiempo
Si tu compartes mi pasión, no la soltemos
Llévate mi sensación
Pierdo la calma y desafino mi razón
Me tiembla el cuerpo si audiciono por amor
Sé que no es fácil llegar hasta ahí
Por un aplauso me entrego
En el escenario yo quiero, vivir ....
Mi corazón despertó
Mis pasos siguen lo que dicta tu voz
Nada me frena el motor
Mi sueño siempre va ligado a tu amor
No quiero despertar...
Lo que dicta el corazón cinco, seis, siete y...
Mi corazón despertó
Mis pasos siguen lo que dicta tu voz
Nada me frena el motor
Mi sueño siempre va ligado a tu amor
No quiero despertar...
Lo que dicta el corazón cinco, seis, siete y...