La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Hoy me desperté y vi salir el sol
Este día es idéntico a ayer
Pero hoy mi vida ya no sigue siendo igual
Jesús puso en mi interior
Su esencia viva
Ahora estas en mi
Lo se
Porque sin ti no puedo vivir (no, no, no)
Porque sin ti no puedo hacerlo
Porque sin ti me vuelvo a caer (no, no, no)
Porque sin ti no puedo
Hoy me preguntaba que seria yo
Que es lo que haría sin jesús en mi
Me lo imaginaba y lo pude ver
Vagaría por las calles pero hoy te tengo a ti
Jamás me dejara
Lo se
Sin ti no puedo, sin ti no puedo
Sin ti no puedo, sin ti no puedo
No puedo estar
Sin ti no puedo, sin ti no puedo
No puedo estar
Sin ti no puedo, sin ti no puedo