La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Te seguiré para contemplar
Tu diseño por la eternidad
Firme estoy, firme estoy
En Ti, Señor
Tu me envuelves Dios
Y los muros
Nunca, jamás, van a caer
Como una ciudad de oro
Me edificas en lo alto
Me formaste en el fuego
Y purificas mi corazón
Si pudiera ver de Tu altura
Toda la belleza de Tu arquitectura
La creación Te quiere adorar
Y es testigo de Tu majestad
Firme estoy, firme estoy
En Ti señor
Tu me envuelves Dios
Y los muros
Nunca, jamás, van a caer
Como una ciudad de oro
Me edificas en lo alto
Me formaste en el fuego
Y purificas mi corazón
Si pudiera ver de Tu altura
Toda la belleza de Tu arquitectura
Firme estoy, firme estoy
En Ti señor
Tu me envuelves Dios
Y los muros
Nunca, jamás, van a caer
Como una ciudad de oro
Me edificas en lo alto
Me formaste en el fuego
Y purificas mi corazón
Si pudiera ver de Tu altura
Toda la belleza de Tu arquitectura
Arquitectura