La música cristiana es de origen judío: la liturgia musical de la sinagoga, en particular el canto psalmódico de los judíos como unidad poética musical, fue un legado preciado transmitido del Israel antiguo al cristianismo primitivo, como forma de manifestar tanto a nivel personal como comunitario las creencias religiosas y la fe en Dios.
Piedra lunar
Ya es tarde y es triste
Este cruel final
Quema tu voz y tus ojos
Creaste un nuevo mundo
Para destruirlo todo
Y la melancolia de haber
Vivido poco
Los espejos paralelos
Hoy reflejan, tus palabras
Y esta agonia, esperamos el alba
Sentado en la arena
Mientras el tiempo vuela
Creaste un nuevo mundo
Para destruirlo todo
Y la melancolia de haber
Vivido poco
Contando estrellas
Y que contaran ellas
No me llames
Rencor
Piedra lunar
Ya es tarde y es triste
Este cruel final
Quema tu voz y tus ojos